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- Tierra y Libertad frente al golpe de estado en Paraguay
24 de junio de 2012
ierra y Libertad defiende y afirma el respeto de la Institucionalidad Democrática
En
relación a la destitución del presidente paraguayo Fernando Lugo en una
condenable maniobra política de los partidos Colorado y Liberal en el
Congreso, Tierra y Libertad considera que:
1. La voluntad
popular expresada en los sufragios electorales debe ser respetada, y los
presidentes deben cumplir el periodo electoral para el que fueron
elegidos, con la sola excepción de aquellos que violan la Constitución
buscando establecer dictaduras y de quienes hayan cometido actos de
corrupción y otros delictivos, bajo procedimientos que la mayoría de
cartas constitucionales prevén. Este no ha sido el caso del Presidente
Fernando Lugo que fue elegido democráticamente.
2. La
grave responsabilidad política del gobierno de Lugo en los sucesos que
enfrentaron a indígenas y policías causando la muerte de varios de
ellos, debió alcanzar a la destitución de los ministros correspondientes
y, de ser esa la voluntad del pueblo paraguayo, a un juicio
presidencial respetando debido el proceso, pero de ninguna manera a su
arbitraria destitución en menos de 24 horas, lo que configura un golpe
de estado.
3. América Latina está transitando a regímenes
democráticos que, aun con todas sus debilidades, deben ser defendidos y
afianzados. Dictaduras asesinas y corruptas como la de Alfredo
Stroessner que durante 30 años en Paraguay fue apoyada por el partido
Colorado y consentida por el partido Liberal. nunca más deben ser
permitidas, como así no lo permitimos en su momento en el Perú al
derrotar a la dictadura fujimontesinista.
4. Los partidos
democráticos de izquierda o las coaliciones políticas más amplias como
las que llevaron a Fernando Lugo al primer cargo de la república del
Paraguay, no deben traicionar el mandato electoral de la mayoría
ciudadana. Pero si la ultra derecha económica y política continental
quiere desestabilizar y dar temor a los regímenes electos que buscan,
aunque fueren tímidos, cambios en favor de la justicia social, la
profundización y ampliación de la democracia y los derechos ambientales,
todos los demócratas debemos cerrar filas para defenderlos.
5.
El gobierno peruano no debiera tener duda alguna de liderar el conjunto
de países de América Latina en condenar a los golpistas paraguayos,
rechazar su participación en las organizaciones y comunidades de estados
de la región y respaldar la movilización ciudadana paraguaya que quiera
restablecer la institucionalidad democrática en ese hermano país.
6.
Alertamos en el caso peruano que los graves errores de nuestro actual
gobierno al aplicar políticas distintas a las propuestas durante la
campaña electoral, no abrir las puertas al diálogo y desarrollar
acciones violatorias de los derechos humanos, promueven la
desacreditación y deslegitimación de nuestra democracia. El gobierno de
Ollanta Humala debe ganar en legitimidad y autoridad sintonizando con
quienes lo eligieron y no basándose en una alianza precaria con aliados
de una derecha mercantilista y antidemocrática que no dudará en
desestabilizar su gobierno cuando sienta que sus intereses y sus
privilegios sean mínimamente cuestionados.
7. Vemos con
preocupación que sectores antidemocráticos puedan intentar
desestabilizar el mandato de 5 años para los cuales ha sido elegido el
actual gobernante. Las discrepancias, aunque profundas, tienen que
hacerse aceptando un mínimo de reglas democráticas que nos permitan
vivir en paz y respeto de los derechos ciudadanos fundamentales.
Por
lo expuesto, llamamos a defender la democracia como el mejor sistema
político que debe ser profundizado y mejorado, tanto en el continente
como en nuestro país.
Marco Arana
Marisa Glave
Wilbert Rozas
Coordinadores Nacionales
Tierra y Libertad